Hay veces que, cuando te han roto tanto el corazón y comienzas a juntar los trocitos que se han ido diseminando por el trayecto de tu vida, te das cuenta que ya no vuelve a ser el mismo, lleno de remiendos y tiritas para aguantar todo eso que tiene que dar, pero que ya no se atreve, no quiere volver a romperse, las heridas le han hecho más fuerte, pero por otra parte, también es más temoroso.
Y se queda ahí, colgando de un hilo, a la espera de volver a abrirse, pero se siente entero, confiado y con fuerzas, y aunque maltrecho y dolorido, se siente feliz.
Buenas Noches
Mi roto corazón
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