El mundo gira, la gente cambia, el bullicio de la ciudad hace enloquecer a cualquier cuerdo, el tráfico colapsa arterias de alquitran y buscas un escape, algo que te aferre a este mundo y te aporte un poco de calma, buscas un respiro.
Y delante de ti se yergue un monolito de piedra de 25 de metros de altura, que lleva desde 1957 siendo el epicentro de una de las zonas más transitadas de Las Palmas, los arenales, y que con su gran presencia no pasa desapercibido para nadie y para aquellas personas que buscan un punto de apoyo dentro del caos, no hay mejor figura que el Obelisco, que con su jardín aledaño y sus frondosos árboles custodios hacen de esa zona un punto de referencia para locales y forasteros.
Buenas Noches a todos¡¡
Gabo Monzón
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