perspectiva lineal de un banco de El Confital, donde más que el banco, lo que llamó mi atención fue esa pequeña chapa de botella atrapada y ya oxidada, quieta, inmóvil, su vida se detuvo el día que calló ahí y posiblemente pase mucho tiempo hasta que pueda por fin librarse de su encarcelamiento, cayendo al ansiado suelo convertida ya en polvo.
Buenas Noches
Gabo Monzón
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